Había una vez, en una tierra no tan lejana llamada Albuquerque, dos jóvenes cerebritos llamados Bill Gates y Paul Allen. Estos dos amigos eran tan fanáticos de las computadoras que parecían hablar en código binario.
Un día, mientras disfrutaban de unas pizzas y soñaban con el futuro, tuvieron una idea genial. “¿Y si creamos un software que haga que estas máquinas sean súper fáciles de usar?”, dijo Bill con ojos brillantes. Paul, con una sonrisa pícara, respondió: “¡Me apunto!”
Y así, con el entusiasmo de dos adolescentes y un par de gafas de nerd, fundaron Microsoft en 1975. Al principio, trabajaban día y noche en un pequeño garaje (¡los mejores inventos siempre empiezan en garajes!), creando un software para la nueva computadora Altair 8800.
Bill y Paul eran tan apasionados que podían programar durante horas sin parar, como si estuvieran en una maratón de videojuegos. Su primer gran éxito llegó con MS-DOS, el sistema operativo que conquistó a IBM y al mundo entero.
La fama de Microsoft creció más rápido que un viral de gatitos en internet. Pronto lanzaron Windows, un sistema operativo tan amigable que hasta tu abuela podía usarlo (bueno, con algo de práctica). Las ventanas y los iconos hicieron que las computadoras fueran accesibles para todos.
Pero Bill y Paul no se detuvieron allí. Con su espíritu emprendedor, expandieron Microsoft a nuevas alturas, desde software de oficina con Microsoft Office hasta navegadores web con Internet Explorer.
Mientras tanto, Bill Gates se convirtió en el hombre más rico del mundo, pero nunca perdió su sentido del humor ni su amor por las camisas de cuadros. Paul Allen, por su parte, se dedicó a explorar otros sueños, desde equipos deportivos hasta la exploración espacial.
Y así, colorín colorado, esta historia de emprendimiento no ha terminado. Microsoft sigue innovando y marcando el ritmo de la tecnología, demostrando que con pasión, pizza y un poco de magia, ¡los sueños tecnológicos pueden hacerse realidad!
¡Y esa es la historia de cómo dos cerebritos cambiaron el mundo desde un garaje, con una sonrisa y mucho código! 🚀💻😄